Deaf pigs
Enseñar música a los cerdos
1º es imposible, 2º les molestas
“Pido perdón a los cerdos pues me gustan hasta sus andares”
La innovación no solo es tecnología, una de las figuras más innovadoras en el arte ha sido Salvador Dalí: su visión del Cristo crucificado, obra del año 1951 bautizada como Cristo de San Juan de la Cruz, en la que incorpora una perspectiva nunca antes contemplada, supuso una nueva visión de la imagen religiosa que si bien no tuvo una gran acogida cuando fue expuesta por primera vez, hoy se considera una obra completamente revolucionaria. Claro que no hay que olvidar que Dalí se inspiró en un dibujo realizado por San Juan de la Cruz cuatrocientos años antes….
La innovación no siempre se traduce en el desarrollo de productos o servicios totalmente nuevos. En muchas ocasiones, la innovación se materializa en la implementación de mejoras que suponen una optimización de los ya existentes, o en proponer una nueva visión del producto o servicio ya existente.
Un ejemplo de ello es la puesta en marcha de empresas como Uber que ofrecen servicios similares al del taxi pero que incorporan elementos innovadores como la gestión de la flota desde una plataforma tecnológica con un modelo económico enfocado desde una perspectiva muy diferente a la tradicional.
La innovación tiene muchas visiones y perspectivas para un mismo servicio o producto. Podemos decir que la innovación es el desarrollo de un producto o servicio nuevo pero también es en sí mismo un producto financiero.
Los deaf pigs son uno de los mayores obstáculos a la innovación: incorporarla a la estructura de cualquier organización es complicado, pero más aún en algunas en particular, como las financieras, cuya resistencia a la introducción de cambios es mayor ya sea por decisión propia o por limitaciones, especialmente legales, impuestas por el sistema. Me gustaría recomendarles el libro La razón estrangulada de Carlos Elías, un ensayo interesantísimo en el que se explica claramente por qué en España los Nobeles en ciencias son minoritarios frente a los de literatura.
La mediocridad de los deaf pigs en cualquier organización lastra la evolución natural de la misma con su visión mezquina y cortoplacista impidiendo que las entidades faros puedan emerger (pero esta es otra fábula que ya contaremos).
Es importante identificar antes de presentar cualquier proyecto a una organización quién es un deaf pig: su fuerte implementación y una actitud negativa muy agresiva impiden que muchos proyectos puedan llegar a desarrollarse quedándose en una simple idea.
Cibex I+D+i