Jesús Fernández Sánz, ahora, Consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Médico, experto en Gestión Sanitaria y Sistemas de Información, 25 años viviendo dentro de la gestión sanitaria (Director Gerente, Director Médico y Director de Sistemas de Información), Admisionero de vocación y fiel al trabajo en equipo qué, divide el trabajo y multiplica los resultados.
Visión, vocación y compromiso
En una crisis sanitaria como la que estamos sufriendo ¿supone un obstáculo para la transformación digital o una palanca de cambio para cualquier sistema de salud público?
Debemos aprender de cada crisis y sacar aspectos positivos como, el impulso de la transformación digital. Nosotros, por ejemplo, en Castilla-La Mancha hemos aprovechado para impulsar una nueva plataforma digital para el servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, mediante el cual, desde un Smartphone se pueden cargar los
datos de un caso confirmado por coronavirus. Herramienta para la declaración de casos en Salud Pública, en sí mismo un sistema de información epidemiológica, una verdadera trasformación en un ámbito de la sanidad hasta ahora más anónimo que otros. Si nuestros ciudadanos ya viven en un entorno digital, las instituciones y sobre todo, las organizaciones sanitarias, debemos tener los sistemas de información ya digitalizados, para compartir espacios y acercar tecnologías y personas.
¿Cómo se puede gestionar una Consejería con los problemas del día a día agudizados por la crisis sanitaria que tenemos de fondo?
Teniendo la cabeza fría y trabajando muchas horas. Asimismo, aprovechando las oportunidades que una crisis como esta nos brinda, como la atención no presencial, a través de vía telefónica o aprovechando otras tecnologías, por ejemplo, en Atención Primaria. Hay que intentar siempre formar parte de la solución y no del problema. Son cambios muy importantes, que, en una época de normalidad, no hubiéramos podido realizar y que, en cambio, hemos dado el paso adelante aprovechando la ocasión. La teledermatología que realizamos en nuestra Comunidad, es un buen ejemplo de ello y así reforzamos la seguridad evitando contagios, tanto de los profesionales sanitarios como del usuario.
¿Cuál es el nivel de España, en cuanto a transformación digital en sanidad, respecto de nuestro entorno UE?
Primero deberíamos destacar que el sistema sanitario español estaba considerado antes de la pandemia como uno de los mejores a nivel mundial. Por mucho que se escuche en tertulias, programas de debate y foros de internet, el sistema sanitario español ha dado buena respuesta a la crisis. Ha habido momentos muy duros, pero el sistema y los profesionales que forman el sistema sanitario español ha respondido. Si no hubiéramos tenido esa fortaleza, la pandemia hubiera azotado aún más y más fuerte. Ahora toca dar un paso más y ese paso puede ser a través de la digitalización de sistemas y sobre todo a través de la Humanización del sistema. Todos los sufrimientos que estamos teniendo no pueden caer en
saco roto.
En España, hay disparidad en nuestra trasformación digital, pero no debemos esperar más para unir esfuerzos por una historia digital única y los consiguientes sistemas de información consistentes y soportados en datos sanos.
Detrás de un Consejero, siempre hay un ejército de profesionales, y de estos un mundo de ciudadanos, ¿qué nos diría ante una situación cómo la que estamos sufriendo?
A los ciudadanos, que sigan confiando en los profesionales sanitarios y en los criterios que establecen para proteger su salud. Por mucho que tengamos a nuestros profesionales sanitarios bien formados, instruidos y concienciados, si la sociedad no sigue sus recomendaciones, el sistema se debilitará. En un primer momento los ciudadanos salían a las ventanas y balcones a las 8 de la tarde a aplaudir a los profesionales sanitarios en señal de reconocimiento. Hoy, el mejor reconocimiento que pueden hacerlos es seguir sus recomendaciones e indicaciones: uso obligatorio de la mascarilla, respetar distancia de seguridad, extremar medidas de higiene… el virus sigue ahí y desde el sistema sanitario hemos aprendido cada día de su comportamiento y estamos más preparados que a inicios de este maldito 2020. En Castilla-La Mancha tenemos más medios tecnológicos, más profesionales sanitarios y más conocimiento para enfrentarnos a este virus que los que teníamos a principios de año, pero no deberíamos volver a poner a prueba nuestro sistema sanitario.
Por eso, a la ciudadanía la diría que confíen en su sistema sanitario, pero que también sigan las recomendaciones e instrucciones que les proporcionamos desde las distintas autoridades sanitarias para poder pelear con el virus, eso tiene un nombre, responsabilidad comunitaria.
Mañana la pandemia ha sido superada, ¿por dónde empezamos?
Agradeciendo la labor de todos, profesionales y ciudadanía y sobre todo no bajando los brazos ni relajándonos, porque pueden surgir nuevas enfermedades emergentes, estrechamente unidas al cambio climático. La investigación, en este sentido, será fundamental no sólo a nivel autonómico, ni estatal, sino intercontinental, para conseguir un equilibrio entre la salud del planeta y la salud de las personas que lo habitamos. Como eslogan de un final de esta tremenda pandemia, diría: ahora que se fue, nos quedamos con lo mejor aprendido, para ser mejores. Confío plenamente en las personas y mucho más ahora que hemos sufrido tanto, sabremos recuperarnos y reinvertanos.
Dentro de cinco años, mirando hacia atrás, con que recuerdo se quedaría.
Con que lo dimos todo. Como dice el entrenador del Atlético de Madrid, “el esfuerzo no se negocia y al final el trabajo siempre trae recompensa”. Hemos aprendido infinidad de cosas: hemos comprobado la capacidad de adaptación a situaciones límites, hemos visto la solidaridad de la población, hemos demostrado la buena preparación que tienen los profesionales sanitarios, hemos puesto en valor el buen hacer de los profesionales de Epidemiología, tantas veces olvidados y nos hemos dado cuenta de la importancia de invertir en Salud Pública. También recordare, las lágrimas y las largas horas sin dormir, pero estoy seguro que esto también tiene recompensa, la que yo espero, al menos, es ver sonreír de nuevo a toda esa gente con la que me cruzo cada día.
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